1.
El verbo se hizo carne en hueso ajeno,
Versos de Joaquín Sabina publicados semanalmente en la revista Interviú. www.sabinaycia.com/pajarracos
De Velázquez monarcas y bufones,
de Goya el pedigrí de la canalla,
de Sorolla el añil a pie de playa,
de Bacon los Davinci con muñones.
De Hopper el desierto sin balcones,
de Juan Vida filetes de caballa,
de Tàpies palimpsesto en la muralla,
del Bosco Dorian Gray amb lamparones.
De Matisse odalisca entre cojines,
de Magritte trampantojos y bombines,
de Vermeer el matiz y el disimulo.
Del Greco la anorexia de Botero,
de Durero la muerte, el caballero,
de Picasso los labios en el culo.
2.
De Barceló el azogue de espejismo,
de Toulouse, de Lautrec, tataracuerdos,
de Van Gogh margaritas a los cerdos,
de Münch los calatravas del abismo.
De Rafael de Urbino el catecismo,
de Pollock tanto afanas, tanto pierdo,
de Basquiat los derechos del pie izquierdo,
de Pepe Hernández santo anacronismo.
De Renoir una vela en lontananza,
de Rubens la mujer de Sancho Panza,
de Rembrandt el chambergo y la linterna.
Alejandrinos de septiembre
Septiembre es un cadáver con los ojos abiertos,
Eta vuelve a su torva catarsis en Logroño,
el sábado cumplimos treinta y pocos conciertos,
los de mi quinta riman mejor con el otoño.
El páramo se cala su boina barojiana,
su colonia barata de posguerras civiles,
el futuro imperfecto ya es hoy por la mañana,
dos pájaros de un tiro campan por los madriles.
Dicen que fulanita se tira a don fulano,
cuentan que doña Elena ya no se amarichala,
que amortiza el fracaso escolar al gran hermano,
que las flores de lis llevan plomo en un ala.
Regreso a los pecados menos originales,
el mediodía tarda pero llega la noche,
la música es un vaho que empaña los cristales,
mi corazón afina mejor que mi fantoche.
Que eduquen churumbeles en la ciudadanía,
que templen las guitarras el frío de las pistolas,
que callen las cigarras de la soberanía,
que en lugar de banderas tremolen amapolas.
Inquietantes McCann, huérfanos de bebita,
picapleitos de moda que salvó a Pinochet,
virginal Madeleine que la duda marchita,
con su ausencia, que brilla, brilla más el parné.
Paquirrín tiene novia, la Pantoja tampoco,
la afición patalea por falta de emociones,
ni rock and roll ni drogas ni faldas y a lo loco,
la belleza del vértigo tuerce los renglones.
En ruedo charro siembra Tomás manoletinas,
Savater funda un circo loco por incordiar,
a los cerros de Úbeda vuelven las golondrinas,
hasta la Plisetskaya rompió ayer a volar.
Dos sonetos. Para Alejandra Varona
1.
El síndrome de la página en blanco
me apuñaló a traición esta mañana,
miércoles, amarrado al duro banco
de otras catorce rimas por semana.
Las tetas de Violante por delante,
Gallego y Rey, ¡bingo!, por detrás,
en medio los quevedos de un cantante
y, en la última, el verbo de Millás.
Tres años ya de urgente hebdomadario
inseparable del pincel de Otero
que saca del bombín un diccionario.
Firmando romanceros marbellíes,
devolviéndole el brindis a un torero,
poniéndole los puntos a las íes.
2.
Me basta con que un verso cada ciento
volando desemboque en alma ajena,
me sobra con saber que esta faena
me sirve de condena y de alimento.
Consuela imaginar que el sacramento
de la flor de la tinta que envenena
me redime, me excita, me encadena,
cual noche de verbena en el convento.
Y, así, burla burlando, van pasando
los infiernos, los jueves, las tormentas,
las musas no conocen la rutina.
A ras del suelo pero levitando,
cantándole al espejo las cuarenta,
como un poeta en horas de oficina.
Oficio de difuntos.
Paco Umbral
Dicen que su viuda es otra España
que nunca nombra uno estando vivo,
con Paco se nos muere un adjetivo
tan posesivo que el umbral empaña.
Anti académico, anti telaraña,
anti talante, bota en el estribo,
bufanda en mi mayor, alto y altivo
como un emperador de Malasaña.
Tuvo su Magdalena y su Iscariote,
atado a la columna como un Cristo
bradomín que devuelve los azotes.
Su tinta era indeleble y caprichosa,
entre culos de vaso yo lo he visto
llorar por un Madrid mortal y rosa.
Emma Penella
Emma Penella, estrella desconchada,
preñada por el yerno del verdugo,
niñez estraperlada por el jugo
de un lamparón de sangre agitanada.
Gata montesa de la madrugada,
bocata de sardinas con mendrugo,
ungida a la posguerra por el yugo
cainita de unas flechas oxidadas.
Ojos afónicos, cómica en celo,
luto en el corazón de las muñecas,
brujita buena, escoba a la deriva.
Lija que abriga más que el terciopelo,
radio patio, estanquera de Vallecas,
maldito mutis, aquí no hay quien viva.
Para Isa, devotamente
De malvarrosa y oro, en Almería,
su orgullosa mejilla de ecce homo
desdeña las coartadas del aplomo,
vísperas de Linares, ambrosía
de alamares en celo por la arena
jarta de tanto olé a porta gayola,
huérfana de su zurda que se inmola
citando al natural, formol en vena.
El corazón partío en tres mitades,
la razón al revés, la sangre fría,
las revoleras de bisutería
no compiten en quites por verdades.
Qué cielo en el infierno de la tarde,
qué brindis en el cuerno de la luna,
qué rastrojo de huesos de aceituna,
qué mal de ojo para el buen cobarde.
Un lance no es el código secreto
del vals del caballero y el morlaco,
una tanda tramposa es un atraco,
ligada y cadenciosa… un buen soneto.
En cuanto a mí, sonando los clarines,
aguantaré mientras Tomás aguante
las rachas de poniente y de levante
confundiendo mis miedos con sus fines.
No agredan sin comerlo ni beberlo,
rabinos de la veda de la gracia,
talibanes de santa ecolocracia,
si quieren comprender vayan a verlo.
Suerte natural, agosto de 2007.
Treinta aforismos de verano.
(
1. Aforismo: píldora de sabiduría barata al alcance de cualquier idiota.
2. Era un escritor tan exquisito que sólo publicaba primeras ediciones.
3. Los libros de Borges están llenos de citas a ciegas.
4. Sinrazón, odiosa diosa.
5. En verano la telebasura huele más.
6. La aspirante a actriz tomaba clases de adicción.
7. Era tan sensato que estaba cuerdo de atar.
8. Moriré sin descendencia como murió mi padre.
9. El abismo es excitante si no caes en la rutina.
10. Yo soy nadie, tú cualquiera.
11. Si les mentís sobre la marihuana, ¿por qué van a creerse lo de la heroína?
12. Llegué tarde a todo, sólo fui precoz en la eyaculación.
13. Si todos los partidos sostienen que han ganado las elecciones, ¿quiénes las hemos perdido?
14. El sabio se hace el tonto porque sabe.
15. Bailar es soñar con los pies.
16. Contra la patria chica, mundo grande.
17. No se trata de no querer venderse sino de no saber.
18. Es muy duro curarse de lo que cura.
19. ¿Qué importa parecerlo?, hay que serlo (aunque no lo parezca).
20. En el gimnasio la gente corre para ir a ningún sitio.
21. ¿Cara o cruz? Canto.
22. Amo el alcohol, detesto a los borrachos.
23. Llevaba la falda tan corta que se le veían mis pensamientos.
24. Ciertos árboles caídos venden su leña carísima y por capítulos.
25. La poesía está en todas partes, incluso en algunos versos.
26. Cuando me daba por soñar nunca dormía, ahora que duermo a pierna suelta ya no sueño.
27. La mejor vacuna, aunque tome su tiempo, es el olvido.
28. Puede que sí pero no empujen.
29. Pues anda que tú (slogan electoral).
30. La vida me ha tratado demasiado bien, pero soy un desagradecido.
Zamba pal Negro Fontanarrosa.
(Rosarino Universal)
Lo peor de la cosa
nostra es el chau
de Fontanarrosa.
San Jordi del noi
sensa renegau.
Ni vengo ni voy
ni firmo recetas
de ayer para hoy,
porque, sin Mendieta,
Boogie el aceitoso
parece un poeta
lírico y leproso
y su pobre viuda
una osa sin oso
ni fosa. ¿Quién duda,
Pereyra Inodoro,
de la bronca muda
del pibe del coro
que desface entuertos
sin hallar tesoro?
¿Cómo que estás muerto?
Mientras en Rosario
Central, che, Roberto,
un clon de Rosario
te brinde un golcito
canalla y sicario
que muere por Fito,
por vos, por Olmedo,
por mi Juan Carlitos
Baglietto, me quedo
y me voy con Guevara,
compadrito en pedo,
cholo tarahumara,
tronco de un Quevedo
que escribe y dispara.
Bendita sea
(Cántese
Bendita sea la gente que incendia los conciertos,
que se excita, que aplaude, que grita, que hace cola,
que llora con las coplas de los poetas muertos,
que canta con nosotros, que no quiere estar sola.
La gente que socava castillos en la arena,
que a su trabajo acude y con su dinero paga,
la que en el mes de agosto funda la nochebuena
quitándose la boina, tirándonos las bragas.
Vienen a estar más juntos con el cuerpo de jota,
saben que la memoria se nutre de canciones,
a ver si estos dos pájaros de un tiro dan la nota,
sospechan que el olvido vela en las estaciones.
La peña se impacienta: oé, oé, oé,
entre tribales cánticos suena la sintonía,
los grajos nos subimos al arca de Noé
con el vals de las olas de la melancolía.
Ayer tocaba Elche, mañana Castellón,
luego Donosti, Cáceres, Cuenca, Peralada,
entre tantas banderas piratas el pendón
tricolor de la pobre república violada.
Parece que...
Parece que reincide el chapapote,
parece que hay atasco en el armario,
parece que medusa en el escote,
parece que ha caído el solitario.
Parece una reliquia el viejo ligue,
parece un Sancho Panza Somosierra,
parece que la muerte suma y sigue,
parece que en Irak hierve la guerra.
Parece un viejo verde Luis María,
parece un trampantojo el dientes, dientes,
parece que Penélope y Lucía
están más vivas que el viva la gente.
Parece que Piqué rompe el tablero,
parece que Rodrigo asusta un Rato,
parece que respira Zapatero,
parece otro verano, otro maltrato.
Parece que Sardá se arramoncina,
parece que Rajoy se empedrojota,
parece que Sodoma se avecina,
parece que Platón era un idiota.
Parece que enletizia un gol El Jueves,
parece que malcrece Ciutadans,
parece su guiñol el padre Acebes,
parece que no cuaja allons enfants.
Parece que en el Tour sobran hormonas,
parece que Navarra es un garito,
parece que se apaga Barcelona,
parece que Polanco era un bendito.
Dos Woodyállenes de catorce.
1.
Epístola de amor a Barcelona,
Woody Allen em sembla un tal Gaudí,
Rusiñol de las ramblas cuando sona
Ventrílocuo del Bergman de Persona,
del Groucho que vacila en sefardí,
del Fellini Amarcord que desentona
con las tetonas sin ajonjolí.
Días de radio, trenzas de rabino,
labios al pormenor, rubias platino,
balas sobre Broadway Danny Rose.
Blanco y negro de sepia y azulete,
bendito swing, bendito clarinete,
más dulce que el chupete de Kate Moss.
2.
En pleno corazón ex tripartito
del estatuto, maldito parné,
Woody Allen, el rico pobrecito,
parece el pijoaparte de Marsé.
Para la inmensa minoría mito
de cine club, selecto cabaré
donde Lolita alterna con don Vito
Corleone y Belmondo con BB.
Scarlett Johansson, tan prima dona,
tan fría, tan Bardem, tan calentona,
tan Aguirresarobe, tan cañí,
tan Penélope, Marnie la ladrona,
tan Times Square esquina Urquinaona,
¡Annie Hall! Ni Mia Farrow ni Soon Yi.
Contra el verano.
Guardé los lagrimeos en el fondo del armario
y le puse a mi guitarra cuerdas nuevas,
con la d del desconsuelo que arranqué del diccionario
remendé mi parasol pa cuando llueva.
Me puse casi en forma sin dejarlo casi todo,
cuatro gárgaras de vodka y tres flexiones,
mi sosias del espejo me hizo un guiño quasimodo
comprendiendo que volvían los aviones.
Por más que lo disfrute el escenario no se cura
con yingyanes, con aplausos, con pastillas,
si muerde la tormenta el corazón de la amargura
la recibo sin bombín y de rodillas.
Las sábanas de hotel son el sudario del viajero
que desgrana su canción a la deriva,
el primo de mi primo se desangra en el albero
pendenciero de la tinta y la saliva.
Que llegue pronto octubre sin Madrid ni Barcelona,
que regresen a su ruta las rutinas,
que vuelva a la vitrina del museo mi Tizona ,
que no lloren más por mí las argentinas.
Vísperas de todo.
Zaragoza, mes de junio,
dos pájaros en capilla,
mañana, a las diez y diez,
segundos fuera, la gira
del Serrat y un servidor
arranca por fin; encima
del escenario los sueños
suenan mejor que la vida
y el sístole se dispara
y el diástole se encabrita,
se bypasan los bypases,
se deshilacha la risa,
desemboca el boca a boca
de un sol menor que aluniza
en un planeta sin tierra
ni semáforos ni prisa
ni puñaladas traperas
ni celos a la deriva
ni furtivas vanidades
ni mezquindades mezquinas,
víspera de una gran noche
que puede ser un gran día,
debut, ropa de domingo,
pétalo de margarita,
con el noi del Poble Sec
vendiendo la pescadilla
del muerto vivo que sale
de turné, que resucita,
que se marca un blues, un tango,
un son, una siguirilla,
canciones de matinada
por calles Melancolía.
Defensa propia. Dos sonetos.
1. Contra Curri Valenzuela
(Que pierde, cuando muerde, la txapela)
Dizque pergeño ripios Valenzuela,
Curri de curro vil, cursi beata,
telepasquín, gallina caponata,
adoratriz de Aznar, Rouca Varela.
Triste como un drogota sin papela,
lerda como unas bragas de hojalata,
torva como un andamio sin bocata,
rancia como el sobaco de mi abuela.
Iletrada, follona, malandrina,
pobre de mí, tumor de las Españas,
confeso de insolvencias nacionales.
¿Qué culpa tengo yo, doña ursulina,
si, en tu pubis, anidan telarañas
feas, católicas, sentimentales?
2. Para don Antonio Gala
(Que le niega su firma a quien lo avala)
Silencio vino a disparar con bala
internauta de incauta vecindona
que quiso regalarle a mi persona
ex libris con autógrafo de Gala.
Sucede que Macondo no es Comala
ni el mundo mi país ni Barcelona
Madrid ni la naranja guasintona
ni Córdoba peor que Guatemala,
ni el fosco carpe diem la verbena
del conde Lucanor versus Patronio
sino cera de cirio de novena.
Yo, que te quise en casto matrimonio,
vime rehén de lengua anabolena
¿qué coño está pasando, caro Antonio?
Luis del Olmo cumple diez mil.
Allá donde las broncas matutinas
naufragan en la mar que es el vivir,
donde se afeitan todas la rutinas,
pongamos que hablo de don Luis.
Cómplice capataz de la osadía,
apuesta audaz, seis doble del parchís,
confesor de la inmensa minoría,
cambio mi voz por
Nad
ni cartas bomba ni granos de anís,
no hay rayo que doblegue a Luis del Olmo
ahora que cumple los diez mil.
Juro que lo que sale de mi boca
no me lo dicta el pisco ni el hashís,
yo quiero a quien me quiere y cuando toca
alzo mi copa por don Luis.
A Dylan le han dado un premio.
Knock knocking on heaven’s door,
los tiempos están cambiando,
no sé si para mejor.
Contigo premian a todos
los que redimen cantando
el carpe diem a su modo.
Príncipe de Asturias, Dylan
con botas de Minnesota,
con tigres en la mochila.
Al seis lo caga la sota,
a la vejez Peter Pan,
al que naufraga el que flota.
¿Qué se fizo el gran truhán?
remando contracorriente,
tomando donde las dan.
¡Qué príncipe tan prudente!
pero lo premia, en Oviedo,
el corazón de
Robert Zimmerman
si te cuelgan la medalla
yo me voy, pero me quedo.
Like a rolling stone, canalla,
pásate un pelo de listo
sin pasarte de la raya.
Te han llamado Jesucristo
pero ejerces de cristiano
bicorne como Mefisto.
Catulo del buen pagano,
con una flor en el culo
y un disimulo en la mano.
Anteproyectos de letra para el himno nacional(con perdón).
11/06/07
Borrador 1
Ciudadanos,
en guerra por la paz
y la diosa razón
mano en el corazón.
Ciudadanos,
ni súbditos ni amos
ni resignación
ni carne de cañón.
Pan amasado
con fe y dignidad
no hay nada más sagrado
que la libertad.
Borrador 2
Ciudadanos,
ni héroes ni villanos,
hijos del ayer,
hay tanto por hacer.
Ciudadanos,
tan fieramente humanos,
tan paisanos del
hermano de Babel.
Alta montaña
con puerto de mar
clave de sol España
atrévete a soñar.
Resacón electoral.
Municipales vuelven las dos españas,
autonómico viene mister ladrillo,
la abstención se receta otro carajillo
contra la crispación y las malasañas.
Que nos rompen España, brama Rajoy
, que no sabéis perder, clama Zapatero,
los de siempre repiten tal ante zero
y los de antesdeayer que mañana es hoy.
Las urnas hablan lenguas disparatadas
cuando el silencio grita su no me implico,
el pobre menos pobre vota al más rico,
los Corleone bordan las alcaldadas.
Aquí no pierde nadie más que el contrario
que jura que ha ganado y tampoco miente,
los chivatos no molan, dice la gente
, ¿Sebastián? de rodillas en el armario.
Ayuno de elocuencia y de camuflaje
el triste candidato de la deriva
se duele y le reprocha a la suerte esquiva
bajar del tren en marcha sin equipaje.
Hay Julianes Muñozes fuera del trullo
que salen con avales de los comicios,
si la virtud se arruga siembra edificios
el concejal felón y el edil capullo.
Los que suben de un salto vuestra escalera
juegan con nuestros niños y nuestras vidas,
fray Pepiño tendrá que tomar medidas
si le quedan conejos en
Doña Inés
y, en Córdoba , Rosita no está tan sola,
yo me duermo escuchando la caracola
que destempla las olas del desengaño.
Un brindis para Alfredo Bryce.
Andan chismorreando vecindonas. Aquí va mi homenaje.
Puntos y comas,
verbena del idioma,
buzón del a i re,
balas de goma,
renglones con aroma
a sillón Voltaire.
Luna de día ,
lágrimas de alegría
sin telarañas,
chabulerías,
Inés del alma mía,
Martín Romaña.
Pluma traviesa ,
amígdalas inglesas,
lengua con peros,
vino de mesa,
tu Tarzán es mi César
sin aguacero.
Tuya es mi casa,
cholita satanasa
tan patuquita,
hielo que abras a,
lagrimón que se casa
con doña Anita.
Habana loca,
Cádiz en carnavales,
barrio latino,
Lima que enroca
los puntos cardinales
de mi destino.
Lope, Quevedo
y el manco de Lepanto,
no se me piquen,
curen de espanto
con el canto de Alfredo
Bryce Echenique.
Bar del Country, mayo de 2007
Dos de catorce.
Siete días.
El domingo gocé con Les Luthiers,
el lunes me operé de cataratas,
el martes comprobé que las erratas
del pasado se suben a los pies.
El miércoles me trajo a mal traer
la guerra entre los perros y las gatas
y el jueves aguanté las peroratas
de un par de candidatos ¿o eran tres?
El viernes en Getafe cuatro a cero,
el sábado un morlaco a Talavante
le hizo un siete de sangre de torero.
Sale cara la rima consonante,
el penúltimo verso es el primero
y queda otra semana por delante.
Doce meses.
Enero vino miaja cuesta arriba ,
febrero con cuarenta y dieciocho
tacos cumplidos más el puto IVA,
abril después de un mes de marzo pocho.
La flor de mayo crece siempre viva
burlando al dulce junio al tocomocho,
don julio hará, pese a la suerte esquiva,
su agosto con el Nano y un bizcocho.
Septiembre sabe a marzo ultramarino,
octubre capa y sayo, milagros a
luciérnaga a la vera del camino.
Noviembre, becerrita caprichos a
que embiste a la paños a del destino,
diciembre noche vieja y a otra cosa .
Pradera de san Isidro, mayo de 2.007
Romance de niña Isabel.
Ay! qué jambre tan Cachuli,
¡Ay! qué pena tan Pantoja,
la virgen de los toreros,
la médica de su honra,
la matrona enjabelgada,
la doña que se emponzoña,
la que a Julián se amarraba
bajo la blanca paloma
con su corona de espinas
hirviendo en una mazmorra,
malhaya la operación
que le encabrita la boca,
le desenamora el alma,
le marchita
Niña Isabel
en un bosque de alcachofas,
tan gitana señorita,
tan señora de Cantora,
tan viuda amancebada,
tan morena de la copla.
El secreto del sumario
del rímmel de la congoja
le dibuja en las pestañas
un crisantemo de sombra.
Los mismos que la aplaudían
blasfeman cuando la nombran,
los que antaño le bailaban
hogaño dicen ladrona,
los cuartos del pregonero
de mala entraña pregonan
al por mayor las duquelas
del Cachuli y la Pantoja.
Oro y misterio II.
Por Tomasinas
Segunda entrega.
Dicen que el alma no se equivoca,
dicen que dice, cuando se embroca,
ni un paso atrás,
dicen que el duende se le embragueta,
que la cordura se le disloca
con la muleta
a José Tomás.
Ni posturitas ni legionario
ni capillitas ni partidario
de Satanás,
dicen que plancha, por naturales,
el ala ancha del relicario
de los cabales
José Tomás.
Saca la lengua a los lenguaraces,
dicen que nunca los kamikazes
dicen jamás,
Aguas Calientes cura y destierra,
dicen que no vino a hacer las paces
sino
José Tomás.
Dic
que el mes de junio huele a romero
de Fierabrás,
dicen que en pie lo espera el verano,
dicen que sale del burladero,
montera en mano,
José Tomás.
Portón de los sustos, Barcelona, mayo de 2.007
Oro y misterio.
Dicen que quiso ser Maradona, dicen que el
tiempo que no perdona embiste a compás,
dicen que caras, dicen que cruces, dicen que dicen que,
en Barcelona, vuelve de luces José
Tomás.
Dicen que el miedo sabe a coraje, dicen que
lleva en el equipaje bordado un as, dicen que
el toro siempre habla en serio, dicen que ya se
ha probado un traje de oro y misterio José
Tomás.
Dicen que viene gente de Francia, dicen que,
uando se da importancia, menos es más,
dicen que mártires y leones, dicen que dicen que,
en la distancia justa, se impone José
Tomás.
Dicen que sueña con Manolete, dicen que
el quinto es un alcahuete con mucho gas,
el diecisiete que se avecina dicen que sabe
donde se mete por tomasinas José Tomás.
Para Jesús y Ángel Antonio, una vez más.
Claro que me disparo cuando disparan
claro que me acaloro si aprieta el frío
claro que no está claro lo que me aclaran
claro que digo vuestro cuando es tan mío.
Claro que me declaro en huelga de celo
claro que estoy en paro sin ganas de
claro que entre la lija y el terciopelo
claro que mi cholita caracundé.
Claro que mis pecados son capitales
claro que Zapatero, Carod, Rajoy
claro que hay erecciones municipales
claro que pan mañana y jambre pa hoy.
Claro que las Españas son una y trina
claro que hay una mina en el más allá
claro que en Guerra está la bilirrubina
claro que desafina en Cuba Sardá.
Claro que Benedicto se pasa un huevo
claro que llevo un siete bajo el jersey
claro que doy el cante cuando me atrevo
claro que está de moda el oro sin ley.
Claro que la semana santa me pone
claro que en la Maestranza gime un clarín
claro que sevillanas con sonotone
claro que un don Leandro no es un delfín.
Claro que sobra palo en la zanahoria
claro que pintan bastos en el Magreb
claro que falta ritmo el lunes de gloria
claro que firmo y paso página web.
Entre Sevilla y Triana, abril de 2.007
Dos pajarracos de un tiro II.
El Serrat y un servidor se van de gira
Segunda entrega
Estoy mejor de la tos,
ya no me ahogo en un charco,
desde que en el mismo barco
desembarcamos los dos
tiene otro punto el arroz,
afina mejor el mudo
cuando la voz sabe a nudo
y, para aguantar el set,
el caldo Mas Perinet
tiene un bouquet cojonudo.
Dos modos de acelerar,
dos maneras diferentes
de comulgar con la gente,
mucha tela que cortar,
una turné con un par
de corazones guajiros,
ni penúltimos suspiros
ni retiros de postín,
Joan Manuel versus Joaquín,
dos pajarracos de un tiro.
Volvamos a destemplar
guitarras a cuatro manos
como dos primos hermanos,
como dos cuerdos de atar,
ufanos por alternar
en quites al alimón
con más trampa que cartón
y un balón de reglamento.
El canto es un sacramento
que sale del corazón.
Dos pajarracos de un tiro.
El Serrat y un servidor se van de gira
Mi compadre Juan Manuel
me dijo sal de tu ombligo,
vente de rumba conmigo,
ponle un bozal a tu hiel,
conque me metí en su piel
que era piel de mucho abrigo
creciéndome en el castigo
del son y la melodía,
hoy puede ser un gran día,
ya sabes por qué lo digo.
Y empezamos a jugar
con las musas desdeñosas
y el negro Fontanarrosa
nos enseñó a barajar
dos historias a la par,
dos casas por la ventana,
dos fandangos con sardana,
dos tangos puestos en cruz,
hasta el gazpacho andaluz
sabe a crema catalana.
Mato por subirme al tren
de este bicéfalo invento,
pero al cincuenta por ciento
no a lo Serrat cien por cien.
Si el Nano me dice ven
su verbo es un mandamiento
que hace alazán el jumento
de este aprendiz de juglar.
Otros viven de cantar
yo de contar lo que cuento.
Décimas de andar por casa.
Polanco
Bandera, himno, selección,
patriotas en conserva,
que vuelva a crecer la hierba
tras la manifestación,
Polanco no tié perdón,
aunque el sermón vaya a misa
lo tiran por la cornisa
de la COPE y el Pepé
quiere quitarle el carné
por conducir tan de Prisa.
Gallardón
Si no llena la abstención
las urnas municipales
el pregón, por carnavales,
lo dará Ruiz Gallardón.
Lo digo sin afición
a los gallos de pelea,
como culo con diarrea
ni disimulo ni voto
por no salir en la foto
bailando con la más fea.
Zapatero
A Zapatero el café
se lo cobran más barato;
será que a mí me dan gato
por liebre a la virulé.
Lo digo, perdone usté,
porque el aval de la gente
que nada contra corriente
sigue pendiente de un hilo.
No vamos mal con su estilo
pero el café… a ciento veinte.
Corrala de Lavapiés, abril de 2.007
Paco Ayala cumple ciento un años.
Ayala es la conciencia republicana,
la paciencia ilustrada, pan con guindilla,
la mirada que no baja la persiana,
la Granada morada, roja, amarilla.
Ayala es unos ojos que han visto tanto,
Ayala es un megáfono con sordina,
un bordón de guitarra de palo santo,
un hato de palomas con gabardina.
Ayala no dimite del horizonte,
Ayala es un perdón sin reclinatorio,
Ayala es el más payo del Sacromonte,
la tinta del tintero del purgatorio.
Ayala es un vecino del vecindario,
Ayala es un semáforo en el desierto,
Ayala es el más viejo del parvulario,
Ayala, pico y pala de libro abierto.
Ayala es un discípulo de sí mismo,
un agente secreto de la cordura,
un creyente sin credo ni catecismo,
un sabio por la calle de la amargura.
Ayala es un cartílago de la historia,
la esperanza sin fe del desesperado,
la lanza en el costado de la memoria,
el ancla en tierra firme del desterrado.
Ayala es el otoño de los renglones,
azogue de un espejo que se respeta,
Ayala no se baja los pantalones,
Ayala, más de un siglo en una maleta.
Sonetos Matamoros en vinagre.
Coto.
Tan ácido, tan fálico, tan roto,
tan vértigo, tan látigo que quema,
juro, laicismo obliga, que la foto
mejor de Coto es esa en que blasfema.
Las hostias de quien va como una moto
parecen cicatrices de poemas,
vacunan las varices de un escroto
con dos huevos, dos claras y dos yemas.
Holas, diezmis, lecturas y semanas,
sinecuras de crónicas marcianas,
afónica bravura, te la jinco.
Cuántos cristianos mata Matamoros
viajando de las coñas a los coros,
de doña Flor a roña telecinco.
Quico.
El otro brother va de princesito,
de maromo con rubia de postín,
de huérfano gemelo de maldito,
de dandy del gimnasio Bradomín.
De legionario de la vida en rosa,
de escapulario de oro rociero,
de erudito en efectos mariposa,
de gallito del cutre gallinero.
Al tanto del sumario y del secreto
de Carmina y del virgo de Isabel,
pónganle cascabel a este sujeto.
Dos caras de una cruz ¿y cómo es él?
la letra al portador de este dueto
¿la firma el buen Caín o el malo Abel?
Un soneto y más coplas para Sánchez Dragó.
El verbo se hizo carne descarnada
y habitó en el kokoro de Fernando,
Castilfrío de Oriente, todo es nada,
¿la sangre? un huracán que va escampando.
Arde otra vez la vela en la velada
del cómo, del porqué, del quién, del cuándo.
“Se quedarán los pájaros...” chorradas.
Te quiero primo vivo y coleando.
Con tu fez, tu cenobio, tu Numancia,
tu agobio, tu bendita intolerancia,
tus lamas, tus bypasses, tu Naoko,
tu Oysinoid, tu afán, tus arrabales,
tu yin, tu yang, tus vírgenes vestales,
tu karma, tus corduras a lo loco.
2
Siempre que nos cruzamos usted me acusa
de traficar con musas a sus espaldas,
comparta mi cuarteta, mi semifusa,
su Gárgoris, su Habidis, tetas y faldas.
Fernando, Anacreonte, Buda, Epicuro,
pánico sacerdote del más aquí,
no creo en lo que veo pero procuro
maquillarlo con tal de sobrevivir.
Las orejas de burro te favorecen,
la corbata te sienta mejor que a mí,
las siglas que te arropan no te merecen,
lo que apesta a Capello es este Madrid.
Arrabal es un capo y tu Jodorowski
un pícaro ilustrado que echa el tarot,
me quedo con Buñuel, Tom Waits, Mayakowski
y muchas de tus páginas Maldoror.
El corazón helado de Almudena.
Si la memoria histórica te raya la falla del dos
mil, si la canalla empaña el mes de abril, si
cada julio pierdes la batalla del grana y el añil,
ni llores por Boabdil, ni tires
Si
si purgas los pecados de Lulú, si los castillos de
cartón te alejan del coro de Moscú, liba en
aquel vermú la miel de las abejas.
Si te urge repasar la geografía humana de
Babel, si sigues en edad de serle infiel a las
penas con pan de cada día, si ni Caín ni Abel,
rebózate en la hiel cañí de los tranvías.
Si viajas por el viejo testamento de Miaja y de
Negrín, si Alberti, Federico, Bergamín, si meas
a los pies del monumento de Cela y de Celine,
afina el cornetín del quinto regimiento.
Si estrenas fatiguitas en cadena de carne de
cañón, si te irritan los solos de borbón, si vives
enganchado a tu Malena, mellado bandoneón,
hurga en el corazón helado de Almudena.
Desde cuándo, desde dónde.
Segunda entrega
Desde los telegramas con puntos en las íes,
desde el último aroma del penúltimo día,
desde las alpargatas, desde los bisturíes,
desde el tendido siete de la melancolía.
Desde el penalti injusto de las semifinales,
desde los botellones, desde las damajuanas,
desde los manicomios, desde los hospitales,
desde los calabozos, desde las aduanas.
Desde el iris de un ojo que ve pasar los trenes,
desde los almacenes de un mapa sin banderas,
desde el Apocalipsis del miércoles que viene,
desde el traje de novia de una viuda soltera.
Desde el tercio de quites, desde el cuarto menguante,
desde ya, desde dónde, desde qué, desde cuándo,
desde las desventuras del caballero andante,
desde que el movimiento se demuestra dudando.
Desde las matemáticas cortas de fandango,
desde el verde botella de estrella desnortada,
desde el cholo, el malevo, la fátima, el chilango,
desde la cenicienta, desde la madrugada.
Desde el máster en todo que ignora cuanto sabe,
desde el muñón del ala de la pájara pinta,
desde la cerradura de un candado sin llave,
desde la sangre azul de un crisantemo de tinta.
Desde cuándo, desde dónde.
Primera entrega
Desde el acantilado de la página en blanco,
desde el malabarista, desde el escalofrío,
desde los pensionistas de la cola del banco,
desde el canto del cisne de un número vacío.
Desde las ecuaciones que no piden permiso,
desde las ambiciones que no ambicionan nada,
desde las tentaciones, desde los compromisos,
desde los barbitúricos, desde las almohadas.
Desde un espejo insomne con lengua de lagarto,
desde el sello de Franco del novio de Fabiola,
desde el zumo de anfetas con peligro de infarto,
desde el solo de humo de una trompeta sola.
Desde el culo de vaso de un corazón miope,
desde el aniversario del gato de mi gata,
desde el agua bendita de limón con sirope,
desde un diente de oro con caries de hojalata.
Desde el pan con aceite del mantel de fulano,
desde el damnificado por el fado de Oporto,
desde las escaleras de incendios del verano,
desde un confesionario con pantalones cortos.
Desde los olivares de la oración del huerto,
desde las despedidas a la hora de acostarse,
desde un paraguas cojo varado en el desierto,
desde el ayer más lejos que pueda recordarse.
Qué sabe nadie, febrero de 2.007
Cienes y cienes de veces.
Segunda entrega
Otra vez la memoria desmemoriada,
otra vez la mamada de los mamones,
otra vez la achicoria descafeinada,
otra vez la cornada de los cabrones.
Otra vez un Mefisto, porco governo,
otra noche un tal Risto de don Cicuta,
otra vuelta al origen del quinto infierno,
qué derroche, otra virgen con pe de puta.
Otra vez las amígdalas de corbata,
otro adeste fideles contra marines,
otra vez los ratones contra la gata,
otra vez los abeles y los caínes.
Otra vez el azúcar de lo salobre,
otra vez la biznaga de apaga y vete,
otra vez Almodóvar con pe de pobre ,
otra vez siete cienes de veces siete.
Otra vez la anorexia de Sancho Panza,
otra vez la bulimia de don Quijote,
otra vez la dislexia de la venganza,
otra vez la vendimia con chapapote.
Otra vez las verdades casi mentira,
otra vez las mentiras medio verdades,
otra vez las ciudades carne de gira,
mitades de la cama, calamidades.
Otra vez las campanas doblando a muerto,
otra vez las Botellas y las Sonsoles,
otra vez la legaña en el ojo tuerto,
otra vez dos españas contra españoles.
Puente de Carpanta, febrero de 2.007
Cienes y cienes de veces.
Otra vez las cruzadas contra los moros,
otra vez las batidas antisudaca,
otra vez los del barça contra los toros,
otra vez la gordita contra la flaca.
Otra vez la certeza contra natura,
otra vez los principios fundamentales,
otra vez la resaca de la basura,
otra vez las terceras guerras mundiales.
Otra vez los escombros manga por hombro,
otra vez los cuñados contra las nueras,
otra vez la retórica del asombro,
otra vez las casullas por peteneras.
Otra vez los tribunos en las tribunas,
otra vez las pancartas en los buzones,
otra vez los banquetes y las hambrunas,
otra vez los pañuelos sin estaciones.
Otra vez los Montescos, los Capuletos,
los tirios, los troyanos, rojos, azules,
pobres y ricos, sabios, analfabetos,
banderas tricolor en campo de gules.
Otra vez las palabras encarnizadas,
otra vez los cristianos y los leones,
otra vez las razones corazonadas,
otra vez desquiciados los corazones.
Otra vez los derechos contra los zurdos,
otro suevo, otros vándalos, otro alano,
otra ronda de ripios hiphopalurdos,
otra cuesta de enero en pleno verano.
No es lo mismo.
No es lo mismo beata que gata en celo,
estado no es sinónimo de nación,
no es lo mismo Torrente que Mortadelo,
no es mejor un soneto que una canción.
No es lo mismo Cachuli que Farruquito,
no es igual la Pantoja que la Piquer,
no es mejor una angula que un huevo frito,
no es lo mismo mañana que antes de ayer.
No es igual Alhaurín que Marinaleda,
no es lo mismo gallardo que Gallardón,
Alhambra no es sinónimo de Al Qaeda,
no es peor una polla que un corazón.
Suicida no es sinónimo de cobarde,
no es lo mismo ladrar que decir ni mu,
no hay más cera en el alma que la que arde,
Emerson no es sinónimo de Zizou.
Zapata no es el sosias de Zapatero,
no es igual Michael Jackson que Peter Pan,
no es lo mismo con boina que sin sombrero,
no es lo mismo Zaplana que D’artacan.
No es igual los Soprano que los Serrano,
no es lo mismo Manhattan que Lavapiés,
ciento volando no era pájaro en mano,
no es igual un gabacho que un buen francés.
Para F. Benítez Reyes por su reciente y merecidísimo premio Nadal.
Vino la tinta a redimirme un día
teñido de rencores rencorosos,
municipal, espeso, con más osos
que madroños en rue Melancolía.
Busqué luego tu b en la estantería,
mercado de espejismos monstruosos
y me vi retratado en tus piadosos
retratos por do más pecado había.
Novio del mundo, sí, palco de sombra,
maletita de náufrago en tu piso,
maneras de perder, tercio de quites.
El papel de envoltorio que me nombra
me da la propiedad del paraíso
de don Felipe, rey de los Benítez*.
*Para la consonante, ver el título.
Malos tiempos.
Picapiedras de la ilustración, becerristas de oro,
malos tiempos para la razón, la piedad, el decoro.
Abu Ghraib era un grano de pus, pobre guantanamera,
tercio de la cruzada de Bush contra la primavera.
La cuestión es negar la verdad como buenos cristianos,
qué nivel de fracaso escolar entre grandes hermanos.
Los triunfitos de la operación cuatro be son chavales
que llegaron tarde a la estación de los megabisbales.
Proxenetas con jeta y sin fe nos deshacen la cama
mientras llenan de mierda el placer, el honor y la fama.
Tertulianos de telecupón, faltas de ortografía,
la botella está llena de ron pero medio vacía.
La mezquita de Córdoba dizque el califa no mola,
tan paisana, tan inquisición, tan lejana y tan sola.
El delfín se curó del spleen letiziando su resto,
qué sarcasmo llamarse Botín y ser queen de Banesto.
Todo vale en la fosa de Irak, la traición, la mentira,
el patíbulo para Sadam, la vergüenza, la ira.
Protocolo de Kioto, climático cambio sin freno,
polución, maremoto, tan luego, tan yo, tan ajeno.
El verano del año que empieza, con mi primo el Nano,
de purísima y oro saldré a torear mano a mano.
Uvas de la ira.
I.
A buscarse la vida habían venido
y les tocó la muerte en las rebajas.
No era suya la guerra que han perdido
en el infierno insomne de Barajas.
Hasta Ecuador llegó la mar amarga
del carnicero que reparte luto,
la descarga activó la mano larga
del animal humano, innoble bruto.
Sudacas, moros, negros, ostrogodos,
cayucos sin papeles, naufragando,
hincando las rodillas y los codos.
Todavía los están desenterrando,
esta noche tan vieja, casi todos
somos Carlos Alonso y Diego Armando.
II.
Bendito corazón ultramarino
que muere sin saber de lo que muere,
maldito profesor del asesino
que mata porque ignora lo que quiere.
Maldita sea el hacha y la serpiente,
el cuchillo, el disparo, la amenaza,
la baba al portador, la uña con diente,
el cliente del mudo y su mordaza.
Malditos reyes magos con zambomba,
maldita madrugada desalmada,
maldita maldición en coche bomba.
Bendita arequipeña desnoviada,
uvitas de la ira, sangre en tromba,
margarita de Quito acribillada.
Aparcamiento D, enero 2007
A Belén, pastores.
No me trago el espíritu navideño,
vomito si me endosan un villancico,
el niño grande es viejo, bobo y pequeño
y el ángel de la guarda se mete un pico.
La nieve es de garrafa y la nochebuena
mala para las putas y los camellos.
La estrella de Belén… menuda faena
para los palestinos con alzacuellos.
Los mejores deseos y el alma negra,
la ternura peor que el mejor pecado,
qué espanto el arbolito y el matasuegras,
la zambomba, el turrón, la nuera, el cuñado.
Y el Gordo que tampoco toca este año
y el niño que te mete un dedo en el ojo.
Para comer las uvas del desengaño
mejor solo en la trena como el pantojo.
Teatro de la Latina, diciembre de 2.006