lunes, 24 de septiembre de 2007

Septiembre 2007 - De Rosa al amarillo (doloras)


Por los cerros de Úbeda anduve el otro día

de vuelta a los zaguanes azules de mi infancia,

los olivos bordaban su antigua geometría,

el tiempo es un exilio más cruel que la distancia.



Escarbé en los desvanes de los viejos baúles

buscando en dobles fondos el eco de una brasa,

los años apolillan los besos y los tules,

ninguna edad es buena para volver a casa.



Con su trabajo sucio las uñas del olvido

se ensañan con el luto del alma trashumante,

de todo lo ganado, de todo lo perdido,

apenas sobrevive la sombra de un instante.



Aquí nací; sin bici ni perro que me ladre

dejé en los soportales la huella de mi canto.

Aquí, ya en otro siglo, las hijas de las madres

que amé tanto me besan como se besa a un santo.



Yo iba a los salesianos, ella a las carmelitas,

calcetinitos blancos y babi azul marino,

la tarde que me dijo que sí la margarita

estrené un corazón fluvial y ultramarino.



Dormitaban los trenes en Linares-Baezasin

pasar por tu Mágina, pobre Muñoz Molina,

la miel de otras colmenas hervía en mi cabeza,

entre tantos Martínez elegí ser Sabina.



Arrecia el vendaval de hojas de calendario,

la luna es un semáforo de carne de membrillo,

esta noche me espera Madrid, otro escenario

y tres generaciones del rosa al amarillo

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