Dos sonetos, dos Españas.
I
A fuer de colchonero fan de Guti,
cómplice de Fidel y su adversario,
novio de doña Inés, cuñao de Ciutti,
costra de sangre de telediario.
Los tron de Tirso dicen que dabuti,
los de Alhaurín pantojan el rosario,
los empresarios medran entre el puti-
club y el trasfondo del armario.
Resumiendo: ni tirios ni troyanos,
sirios, cartagineses, otomanos,
relojeros de cuco, voz en grito.
Malaya el gen de la peor semilla,
Beirut, Nueva Orleáns, Bombay, Melilla,
muerte en cayuco, dama sin gambito.
II.
Quinta columna entre las dos Españas,
Raúl, Gistau, Rioyo, Ángel Antonio,
bomberos que fumigan las pestañas
del caché, del cuché, del matrimonio.
Cuando zozobra preso en telarañas
este país de todos los demonios,
me incendian la razón y las entrañas
Durruti, Pasionaria, José Antonio.
Qué abanico: Polanco, Pedro Jota,
qué Ansón, qué Gabilondo, Federico
episcopal Losantos, Peñainfiel.
Qué rosa con espinas, qué gaviota,
qué par de allons enfants dándose el pico,
qué jaula de zortzicos a granel.
sábado, 22 de septiembre de 2007
Septiembre 2006 - Dos sonetos, dos Españas
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