Un soneto y más coplas para Sánchez Dragó.
El verbo se hizo carne descarnada
y habitó en el kokoro de Fernando,
Castilfrío de Oriente, todo es nada,
¿la sangre? un huracán que va escampando.
Arde otra vez la vela en la velada
del cómo, del porqué, del quién, del cuándo.
“Se quedarán los pájaros...” chorradas.
Te quiero primo vivo y coleando.
Con tu fez, tu cenobio, tu Numancia,
tu agobio, tu bendita intolerancia,
tus lamas, tus bypasses, tu Naoko,
tu Oysinoid, tu afán, tus arrabales,
tu yin, tu yang, tus vírgenes vestales,
tu karma, tus corduras a lo loco.
2
Siempre que nos cruzamos usted me acusa
de traficar con musas a sus espaldas,
comparta mi cuarteta, mi semifusa,
su Gárgoris, su Habidis, tetas y faldas.
Fernando, Anacreonte, Buda, Epicuro,
pánico sacerdote del más aquí,
no creo en lo que veo pero procuro
maquillarlo con tal de sobrevivir.
Las orejas de burro te favorecen,
la corbata te sienta mejor que a mí,
las siglas que te arropan no te merecen,
lo que apesta a Capello es este Madrid.
Arrabal es un capo y tu Jodorowski
un pícaro ilustrado que echa el tarot,
me quedo con Buñuel, Tom Waits, Mayakowski
y muchas de tus páginas Maldoror.
sábado, 22 de septiembre de 2007
Marzo 2007 - Un soneto y más coplas para Sanchez Dragó
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