Sonetos Matamoros en vinagre.
Coto.
Tan ácido, tan fálico, tan roto,
tan vértigo, tan látigo que quema,
juro, laicismo obliga, que la foto
mejor de Coto es esa en que blasfema.
Las hostias de quien va como una moto
parecen cicatrices de poemas,
vacunan las varices de un escroto
con dos huevos, dos claras y dos yemas.
Holas, diezmis, lecturas y semanas,
sinecuras de crónicas marcianas,
afónica bravura, te la jinco.
Cuántos cristianos mata Matamoros
viajando de las coñas a los coros,
de doña Flor a roña telecinco.
Quico.
El otro brother va de princesito,
de maromo con rubia de postín,
de huérfano gemelo de maldito,
de dandy del gimnasio Bradomín.
De legionario de la vida en rosa,
de escapulario de oro rociero,
de erudito en efectos mariposa,
de gallito del cutre gallinero.
Al tanto del sumario y del secreto
de Carmina y del virgo de Isabel,
pónganle cascabel a este sujeto.
Dos caras de una cruz ¿y cómo es él?
la letra al portador de este dueto
¿la firma el buen Caín o el malo Abel?
sábado, 22 de septiembre de 2007
Marzo 2007 - Sonetos Matamoros en vinagre
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