Romance de niña Isabel.
Ay! qué jambre tan Cachuli,
¡Ay! qué pena tan Pantoja,
la virgen de los toreros,
la médica de su honra,
la matrona enjabelgada,
la doña que se emponzoña,
la que a Julián se amarraba
bajo la blanca paloma
con su corona de espinas
hirviendo en una mazmorra,
malhaya la operación
que le encabrita la boca,
le desenamora el alma,
le marchita
Niña Isabel
en un bosque de alcachofas,
tan gitana señorita,
tan señora de Cantora,
tan viuda amancebada,
tan morena de la copla.
El secreto del sumario
del rímmel de la congoja
le dibuja en las pestañas
un crisantemo de sombra.
Los mismos que la aplaudían
blasfeman cuando la nombran,
los que antaño le bailaban
hogaño dicen ladrona,
los cuartos del pregonero
de mala entraña pregonan
al por mayor las duquelas
del Cachuli y la Pantoja.
sábado, 22 de septiembre de 2007
Mayo 2007 - Romance de niña Isabel
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