Desde cuándo, desde dónde.
Primera entrega
Desde el acantilado de la página en blanco,
desde el malabarista, desde el escalofrío,
desde los pensionistas de la cola del banco,
desde el canto del cisne de un número vacío.
Desde las ecuaciones que no piden permiso,
desde las ambiciones que no ambicionan nada,
desde las tentaciones, desde los compromisos,
desde los barbitúricos, desde las almohadas.
Desde un espejo insomne con lengua de lagarto,
desde el sello de Franco del novio de Fabiola,
desde el zumo de anfetas con peligro de infarto,
desde el solo de humo de una trompeta sola.
Desde el culo de vaso de un corazón miope,
desde el aniversario del gato de mi gata,
desde el agua bendita de limón con sirope,
desde un diente de oro con caries de hojalata.
Desde el pan con aceite del mantel de fulano,
desde el damnificado por el fado de Oporto,
desde las escaleras de incendios del verano,
desde un confesionario con pantalones cortos.
Desde los olivares de la oración del huerto,
desde las despedidas a la hora de acostarse,
desde un paraguas cojo varado en el desierto,
desde el ayer más lejos que pueda recordarse.
Qué sabe nadie, febrero de 2.007
sábado, 22 de septiembre de 2007
Febrero 2007 - Desde cuando, desde donde
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