Anguita y yo compartimos
dos o tres tercas pasiones
como si fuéramos primos.
La copla de Pasión Vega
cuando arrasa tradiciones
y se pasa y casi llega.
Y un corazón colorado
que, tiza contra penuria,
no cotiza en el mercado.
La incuria del Iscariote
y la esperanza y la furia
de la panza del Quijote.
Endechas de las ventanas
estrechas, que el tiempo borra
con mechas republicanas.
Amor y pedagogía
que no se quita la gorra
ni ante
compitieron en bemoles
con Sonsoles y la pinza.
Huérfano de churumbel
sin fastos, medallas, ¡Ole!
Talla de abasto y papel.
No quisiera terminar
estos fuegos malabares
sin decir Rosa Aguilar,
sin mentar a Llamazares.
Entre los pares impar
Anguita por soleares.
sábado, 22 de septiembre de 2007
Octubre 2006 - Un corazon colorado
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