Besos colaterales. Al ladito firma Otero y al dorso Forges, delantito un par de tetas y unas cuartetas de zumo de mi tintero y un escudero viudo de Borges. Vecindonas cuentan cuentos de silicona: entre coños y pezones bordo canciones y esculpo sin fundamento un monumento a mi vil persona. Por no hablar de Savater ni de Millás ni del finado Carvalho pluma de palo en Tirso y Escudillers uno y una suman tres, menos es más. Contra el diluvio que viene, cual avestruz, me protejo hablando en plata de hoja de lata y con mi cuerpo de jota salgo en pelotas en Interviú. |
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