Pa que se pique mi Enrique.
(Con devoción al maestro Morente)
De la purísima de Alonso Cano
me enamoré una tarde de verano
con sacristías,
mientras soñaban cítaras los ciegos
me camelaban las niñas de fuego
por alegrías.
Por mi garganta pasa tanta gente,
mi perro el ronco ladra por Morente
mejor que Estrella.
Pa no quedarme a solas con mi ombligo
con los amigos de Vicente Amigo
brindo por ella.
Frente por frente al fortín de la Alhambra,
el Sacromonte escayola la zambra
del bienmesabe.
Todo se anuncia y se vende en la cueva
pero el compás ni se trae ni se lleva
ni tiene llave.
Pat Metheny, peazo gringo gitano,
qué swing en clave de sol, qué paisano,
villano en corte,
juntos fundamos la melancolía
del hoy por hoy, del ya, del todavía,
sin pasaporte.
Para que se derritan las duquelas
con
rompe el paseo.
Chorrean sangre las piedras preciosas
con medias granaínas caprichosas
canto y toreo.
Albaicín, octubre de 2.005.
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